jueves, 6 de agosto de 2009

PREMIO NACIONAL DE POESÍA MANUEL FELIPE RUGELES

Ya está abierta la convocatoria para la Bienal de Poesía Manuel Felipe Rugeles, certamen que inaugura el Gabinete Ministerial del Poder Popular Para la Cultura en el estado Táchira y la Red Nacional de Escritores de Venezuela para rendir tributo a uno de los escritores más emblemáticos nacidos en el Táchira y cuya obra proponen develar desde la celebración de la palabra y la memoria. Así lo señaló Freddy Ñáñez, director general del Gabinete Ministerial para la Cultura Táchira, quien manifestó que este certamen pretende también fortalecer el Plan Revolucionario de Lectura desde el encuentro de los autores con las comunidades en los imaginarios.

La Bienal Manuel Felipe Rugeles se regirá por las siguientes Bases

1.La Bienal se establece para obras inéditas en el género poesía. Queda abierta su convocatoria a partir de la publicación de estas bases, cerrando la recepción de obras el día 15 de octubre de 2009 a las 7:00pm.

2.Podrán participar autores venezolanos o extranjeros residenciados en el país.

3.El tema es libre. La extensión de las obras participantes no debe ser menor de (50) páginas tamaño carta. Usando para su composición letra Times New Roman, tamaño 12 , a doble espacio, impreso por una sola cara.

4.Se consignarán un (1) original y tres (3) copias transcritas, firmadas bajo seudónimo o lema . En sobre aparte y cerrado se enviará la identificación del autor, obra participante, currículo, dirección de habitación, correo electrónico, teléfono y respaldo de la obra en CDR.

5.Sólo podrán concursar obras inéditas escritas en español que no tengan compromisos editoriales o de otra índole. Si resultase seleccionada alguna obra ya premiada en un certamen cercano o paralelo a este Premio, será descartada automáticamente, y el jurado actuará en consecuencia.

6.No se devolverán originales ni copias de las obras recibidas.

7.El jurado estará integrado por calificados escritores nacionales y/o internacionales cuyos nombres se darán a conocer oportunamente.

8.Las obras deberán ser consignadas a la siguiente dirección:

Librerías del Sur San Cristóbal, Calle 10 entre carreras 21
y 22. Barrio Obrero. San Cristóbal. Telefax: 0276.356.95.63.

9.Lo no contemplado en estas bases será resuelto por el Jurado, y sus
resoluciones serán inapelables.

10. El premio es único e indivisible y consiste en DIEZ MIL BOLÍVARES (BsF. 10.000,oo), diploma y publicación de la obra a través del Sistema Nacional de Imprentas “El Perro y la Rana”- Capítulo Táchira. Reservándose éste el derecho de publicación de la obra galardonada hasta un año después de anunciado el veredicto

1 comentario:

  1. Epístola A Manuel Felipe Rugeles
    A 50 años de su luz


    I

    Manuel Felipe, hermano de la harina,
    permanente juglar de nuestra aldea,
    testigo fiel de toda la odisea
    de esta sufrida tierra campesina.
    Manuel Felipe, acaso la neblina
    —tu dulce amante— solamente sea
    tenue sombra que apenas señorea
    en este valle de tristeza andina.
    Manuel Felipe, en lumbres jornalero,
    apenas si se ven las mariposas,
    apenas si se siente el ventisquero.
    El oculto presagio de las rosas
    nos recuerda tu claro derrotero
    hacia la luz total de nuestras cosas.

    II

    La paz que tú soñaste ya no cuenta.
    Los niños hacen guerra apenas nacen.
    Las crónicas son todas policiales.
    Ya no es nuestro el sabor de nuestra música.
    El último poema para niños
    ellos lo escriben con sus propios sueños:
    es sólo una parábola a la guerra
    con todas las metáforas en gris.
    Andrés Eloy ya no anda por aquí,
    el pobre Aquiles tuvo un accidente
    y se nos fue. Ya casi no contamos
    con poetas que quieran a los niños.
    Manuel Felipe, hermano de las cumbres,
    aquí nadie le canta a la neblina.

    III

    Manuel Felipe, ya nadie apacienta
    ningún sueño detrás de los rebaños;
    los viejos cántaros nos son extraños
    así el crisol del horno los presienta.
    La neblina quizás apenas sienta
    la ausencia de los sueños aledaños
    y en el rojizo almendro de tus años
    tal vez ningún turpial ya ni se asienta.
    Tal es el precio de la vida, hermano:
    echar un barquichuelo en la quebrada,
    echarlo de mañana, bien temprano,
    luego irse con la tarde alucinada
    y estarse con la luna de la mano
    para caer en cuenta de la nada.

    Pablo Mora

    ResponderEliminar